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Con mayor o menor intensidad en una u otra parte del mundo, la disrupción digital es la nueva normalidad para los consumidores de hoy, y las diferencias tienden a corregirse más rápida que lentamente. En breve, todos en todo el mundo estaremos haciendo las cosas que hacemos en forma diferente, en un sinnúmero de modos. Desde los celulares que usamos, comerciar y transar sin efectivo, o hasta la automatización de tareas en nuestros hogares, todo está cambiando con más velocidad que la que estamos acostumbrados a procesar…
¿Qué tiene esto que ver con el futuro de las finanzas?... pues, absolutamente todo.
Esta es la respuesta que los consultores de Deloitte tienen para explicar cómo se afectará el quehacer financiero por el cambio hacia un mundo digital, y en una nueva entrega de su serie CRUNCH TIME, llamada FINANCE 2025, nos anticipan su visión de las finanzas para los próximos 7 años.
De acuerdo con el estudio, prácticamente todas las tecnologías fundamentales que incidirán en ese lapso ya están aquí, en mayor o menor grado de desarrollo, por lo que -en los años por venir- seremos testigos activos de los efectos de la evolución y despliegue de estas tecnologías en la vida cotidiana.
En OCHO PREDICCIONES fundamentales para la gestión financiera, la gente de Deloitte intenta dar respuesta a tres preguntas clave:
¿qué resultaría de combinar diferentes tecnologías para reimaginarnos el futuro?
¿Cómo se realizaría la labor financiera y quienes la llevarían a cabo?
¿cómo contribuiría Finanzas aún más con el éxito de la empresa?
… y con esas preguntas en mente, el futuro de las finanzas (según Deloitte) es visto como sigue:
La “fábrica” financiera: las transacciones requerirán de cada vez menos intervención humana, en la medida en que la automatización y el blockchain profundicen su alcance en las operaciones financieras. Igualmente las aplicaciones de ERP en nube e innovación cognitiva crearán más oportunidades para simplificar procesos y liberar personal para tareas que añadan mayor valor. El valor de profesionales híbridos, hábiles en tecnología y negocio, se incrementará enormemente.
El rol de la Gerencia de Finanzas: con operaciones cada vez más automatizadas, los financieros se enfocarán en la inteligencia de negocios y la excelencia en la entrega de servicios al consumidor, buscando opciones más efectivas de añadir valor. Cambiarán dramáticamente las habilidades profesionales exigibles, en la medida en que nuevas combinaciones de habilidades tecnológicas y contacto humano permeen el ambiente laboral
Ciclos financieros: la norma será el TIEMPO REAL. Los reportes periódicos serán cada vez menos relevantes y dejarán de ser la base de las operaciones ni de las decisiones (si es que alguna vez lo fueron). La información financiera requerida para tomar decisiones estará integrada con los demás procesos gerenciales y disponible inmediatamente. El nuevo mantra es que NO HABRA CIERRES. Todo está ocurriendo en tiempo real.
Auto-Servicio: esta será, igual que lo anterior, la nueva norma, lo cual será incómodo para los financieros acostumbrados a la evidencia de un soporte, cuando la información necesaria para tomar decisiones sea un simple mensaje de voz. La automatización de reportes permitirá mayor accesibilidad a la información para quien la necesite en la organización, y con el tiempo, tales requerimientos serán satisfechos con reportes visuales, intuitivamente accesibles y fáciles de usar.
Modelo Operativo: emergerán nuevos modelos de entrega de servicios, gracias a la incorporación de robots y algoritmos, así como por una fuerza laboral más diversa, que integrará a freelancers, trabajadores puntuales (on-demand), y equipos ad-hoc (crowds). Igualmente, se estarán evaluando los beneficios de automatizar vs operaciones onshore-offshore, no sólo por costos, sino para detectar mejor qué, quién y donde se hace el trabajo, y cual no requiere de intervención humana
ERP: aplicaciones financieras emergentes y microservicios harán competencia a los ERP tradicionales, en la medida en que la nube se hace norma para ERP, permitiendo ahorros enormes en costos y complejidad, sin sacrificar funcionalidad, e integrándose sin problemas y sin intervención humana con las plataformas ERP ya existentes. Por supuesto, la demanda por talento especializado que pueda diseñar estas aplicaciones será muy alta
Data: con la entrada masiva de APIs disponibles para realizar tareas financieras y transaccionales, la información irá haciéndose cada vez más estandarizada, pero eso no será suficiente para ordenar, alinear e integrar el inventario de data disponible. Aunque hay aplicaciones de automatización y reconocimiento que harán la tarea de codificar, abreviar, definir campos, etc., más fácil, siempre será pesado y rutinario hacerla, pero no podrá evitarse.
Fuerza y ambiente laboral: no será fácil para los CFOs manejar el cambio dramático en los modelos de talento financiero con la entrada de analistas de datos, analistas de negocio y “cuentacuentos”, que tengan además las habilidades técnicas requeridas para tareas específicas. Entre las nuevas destrezas serán críticas una fuerte orientación de servicio al cliente, flexibilidad y habilidades colaborativas. Igual deben ser capaces de comunicar, impactar e influir
Estas ocho predicciones conllevan empezar a trabajar en la combinación correcta de gente y tecnología que será necesaria para enfrentar los enormes retos que la inevitable disrupción digital está generando desde ya… y enfrentarla exitosamente no va a ocurrir por suerte o por mero accidente. Es preciso desarrollar una visión y una estrategia claras de lo que haremos, como financieros, en un mundo digital, donde lo que hacemos hoy dejará de ser relevante.
Se trata de nuestra supervivencia funcional. Va siendo hora de que demos un paso atrás y asegurar cuan claro es nuestro mapa de ruta al futuro.